"No habrá menos embarazos sino que pasará todo lo contrario"

Esta frase fue pronunciada por el obispo diocesano de La Pampa, monseñor Adolfo Brédice en el contexto de la nueva ley de educación sexual. Yo le pregunto si él conoce sobre esta materia y si está tan seguro de tal afirmación.

Para los que no estén al tanto ayer se aprobó, de manera consensual, en el Congreso de la Nación la nueva ley de educación sexual. Su objetivo principal es hacerla obligatoria en todas las escuelas del país. Para lo cual se planteó un plazo de cuatro años.

Los temas que esta disciplina dictará serán principalmente sobre la prevención del embarazo y de enfermedades de transmisión sexual.

Es por ello que el citado obispo salió a decir esa infundada declaración. Lo que las autoridades pretenden es justamente evitar los embarazos no deseados y así paralelamente, de alguna manera -como lo es la concientización-, tantas muertes por abortos clandestinos.

Pero este señor parece predecir que esta nueva ley no colaborará con ello, ni siquiera aguardó la puesta en marcha para ya confirmar que habrá más embarazos a causa de la educación sexual.

Estoy de acuerdo en, por ejemplo, al "NO al aborto" que persigue desde antaño la Iglesia, pero me parece totalmente ridículo oponerse a la educación sobre estos temas. Si bien es cierto que la enseñanza empieza por casa, desde los padres, no viene nada mal que el gobierno colabore, y más aún si la especialización y el profesionalismo están de por medio.

Esta es sólo mi humilde opinión, pero insisto antes de negarse a la educación sexual, este señor debería informarse y no expresar infundadas predicciones.